16.10.2023
La Comisión Europea quiere acabar con los terrenos de juego sintéticos en Europa
El césped sintético, tal como lo conocemos hoy, se enfrenta a un futuro incierto. La Comisión Europea ha declarado la guerra a los microplásticos, y el césped sintético es uno de los principales objetivos.
El césped sintético, ampliamente utilizado en campos deportivos y zonas de ocio, se enfrenta a un periodo de incertidumbre en los próximos años. La Comisión Europea, en su búsqueda de soluciones más sostenibles y aceptables para el medio ambiente, se está centrando en la reducción de los microplásticos liberados en el medio ambiente. Y el césped sintético, con su base de caucho procedente de neumáticos reciclados, está en el centro de atención.
En los próximos ocho años, la Unión Europea tiene previsto eliminar progresivamente los campos de césped artificial que utilicen caucho procedente de neumáticos reciclados. Esta medida pretende mitigar el impacto ambiental causado por los microplásticos, que pueden filtrarse en suelos, masas de agua y ecosistemas naturales. La exposición prolongada a estas diminutas partículas puede tener consecuencias perjudiciales para la salud humana y la biodiversidad.
Sin embargo, encontrar alternativas viables al césped sintético no es una tarea sencilla. Los responsables del mantenimiento de estos campos se enfrentan a un reto importante. Las soluciones alternativas deben ser seguras, duraderas y capaces de proporcionar una experiencia de juego similar a la del césped sintético tradicional.
Un enfoque prometedor consiste en combinar materiales naturales con sintéticos o bioplásticos. Investigadores y empresas están explorando nuevas fórmulas que ofrezcan a los jugadores la resistencia, tracción y amortiguación adecuadas, minimizando al mismo tiempo el impacto medioambiental. Además, la aprobación reglamentaria y la aceptación por parte de los usuarios finales son pasos cruciales para la adopción de estas alternativas.
En resumen, el césped sintético tal y como lo conocemos hoy está en jaque. La búsqueda de soluciones más sostenibles y la presión para reducir los microplásticos están empujando a la industria a replantearse sus prácticas. A medida que los responsables de mantenimiento y los fabricantes colaboren, el futuro de los campos deportivos podría estar marcado por innovaciones que equilibren el rendimiento con la responsabilidad medioambiental.