Microbiologia

Los campos deportivos, los campos de golf y los jardines requieren céspedes resilientes. La adición de rizobacterias promotoras del crecimiento vegetal (PGPR), micorrizas y Bacillus spp. puede mejorar la salud y vitalidad del césped. Las PGPR solubilizan elementos importantes como el fósforo, aumentando la disponibilidad de nutrientes. También crean fitohormonas que favorecen el crecimiento de las raíces y previenen las enfermedades transmitidas por el suelo. Las PGPR también refuerzan el césped frente a la sequía y la salinidad. A través de sus enormes redes de hifas, las micorrizas ayudan a las raíces de las plantas a absorber nutrientes y agua. Estos hongos favorecen la estructura del suelo, la aireación, la tolerancia a la sequía y la protección frente a patógenos.

Al producir antibióticos y enzimas que suprimen hongos y bacterias nocivos, l Bacillus spp., conocidas por sus numerosos beneficios para la salud de las plantas, son eficaces agentes de biocontrol. Mediante la fijación del nitrógeno, mejoran el nitrógeno del suelo y fabrican productos químicos para el crecimiento de las plantas. Las especies de Bacillus inducen una resistencia sistémica en el césped, haciéndolo más resistente a los desafíos medioambientales. La ciencia apoya el uso de PGPR, micorrizas y Bacillus spp. en la gestión de los céspedes para garantizar su durabilidad y salud. Estas bacterias mejoran la estructura del suelo, la disponibilidad de nutrientes y el control de enfermedades, minimizando el uso de fertilizantes químicos y pesticidas. La salud y vitalidad del césped a largo plazo están garantizadas por esta tecnología de gestión del césped ecológica y rentable.

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