17.08.2024
Medir para gestionar la humedad y el pH del suelo con datos
Humedad y pH del suelo, su influencia como parámetros agronómicos y cómo medirlos para optimizar la gestión del césped.
Las variables agronómicas medibles directamente más relevantes para las superficies deportivas son las siguientes
Humedad del suelo
La monitorización de la humedad en el perfil de las superficies deportivas es crucial para una gestión agronómica eficiente y también afecta a otros parámetros biomecánicos y de jugabilidad.
Los perfiles del suelo contienen materiales minerales y orgánicos y espacios porosos. Estos espacios porosos se dividen en macroporos y microporos, cuya distribución viene determinada principalmente por la textura del sustrato, los niveles de compactación y el contenido de materia orgánica. La humedad se acumula principalmente en los microporos y temporalmente en los macroporos durante los periodos de saturación.
Las mediciones de esta variable pueden realizarse de forma continua en el tiempo mediante sensores enterrados o mediciones discretas con dispositivos de monitorización portátiles.
Por ejemplo, Agrodit también ofrece una solución personalizada de sistemas de sensores enterrados, en los que obtenemos datos precisos y representativos de humedad, temperatura y salinidad para zonas como greens o campos de fútbol.
Las mediciones pueden basarse en el potencial mátrico del suelo, donde la presión de succión se determina utilizando sensores de cerámica porosa. Alternativamente, las mediciones pueden basarse en el porcentaje volumétrico de agua presente en el suelo.
Los métodos eléctricos son la tecnología TDR (reflectometría en el dominio del tiempo), basada en la medición del retardo de una señal eléctrica enviada a través del suelo, o mediante la tecnología FDR o de impedancia coaxial, que mide la energía que se disipa y almacena en el suelo.
Las dos ventajas más notables de la impedancia coaxial es que no requiere calibración, la medición es muy exacta y puede medir la electroconductividad aparente con verdadera precisión. Un dispositivo como POGO mide la humedad utilizando el método de la impedancia coaxial, proporcionando resultados muy fiables.
Ambas tecnologías eléctricas se basan en la determinación de la constante dieléctrica del suelo para calcular el porcentaje volumétrico de agua en el suelo por diferentes mecanismos. Aunque ambas herramientas son muy útiles, es importante no mezclar sus mediciones; las lecturas deben referirse siempre al mismo tipo de instrumentación. Para céspedes de climas fríos, los rangos adecuados son del 25-35%, mientras que para climas cálidos son del 20-25%.y se ajustan según las necesidades individuales.
Estos instrumentos también pueden medir simultáneamente la conductividad eléctrica. La relación entre la conductividad eléctrica y la humedad del suelo permite estimar la salinidad del suelo, conocida como índice de salinidad. Se recomienda que las mediciones del índice de salinidad se realicen siempre con valores de humedad constantes. También existen aparatos portátiles específicos para medir la CE.
**pH del suelo
El pH es una medida de la acidez o alcalinidad de una solución acuosa, concretamente la concentración de iones de hidrógeno. Para el gestor de espacios verdes, el pH del agua de los poros de los suelos de césped es de especial interés. La concentración de iones de hidrógeno se multiplica o divide por 10 cada vez que el pH disminuye o aumenta en uno. Por ejemplo, si el pH disminuye en 2 unidades, la concentración de iones de hidrógeno aumentará 100 veces y viceversa, exponencialmente.
¿Qué factores afectan a estas concentraciones en el suelo? No se trata sólo de la adición de ácidos o bases, sino de múltiples procesos interconectados con la reacción del suelo. Los suelos pueden tener una reacción ácida o básica en función de la humedad presente, es decir, del agua de los poros, y en ello influirán diversos factores como la naturaleza del agua de riego, los fertilizantes utilizados, la actividad microbiana, la descomposición de la materia orgánica que produce CO2, la capacidad de retención de nutrientes, el contenido en caliza, entre otros.
Uno de los aspectos más importantes del pH es su relación con la solubilidad de los distintos nutrientes y su influencia en la microbiota del suelo.
Enfermedades como Spring Dead Spot (SDS) en Bermuda y Take All Patch o Microdochium Nivale en Agrostis se desarrollan en suelos con pH alcalino. Por lo tanto, mantener un pH ligeramente ácido en estos suelos puede ser una estrategia eficaz para controlarlas.
Existen varios aparatos para medir el pH del suelo. La elección del dispositivo adecuado depende del método de medición preferido. Los medidores de pH que se utilizan midiendo directamente en la muestra de suelo húmedo son muy prácticos y, en la actualidad, bastante precisos.
También es posible medir el pH sin tomar una muestra, introduciendo una sonda a la profundidad deseada. Esta metodología es más precisa porque tiene en cuenta el CO2 que se produce constantemente debido a la atmósfera del suelo, muy rica en las superficies deportivas.
En los perfiles de los greens o de los campos de fútbol, se han registrado niveles muy elevados de CO2, que pueden alcanzar el 3% o el 4%, frente al 0,03% atmosférico (Lee et al., 1997). . El CO2 disuelto forma ácido carbónico cuando se combina con el agua, lo que provoca la acidificación del agua de los poros. En consecuencia, las mediciones de pH in situ tienden a ser más ácidas que las obtenidas mediante extracción de muestras, ya que las muestras extraídas se equilibran con la atmósfera ambiente.
Además, se puede realizar una medición del pH diluyendo el suelo con agua y vertiendo después unas gotas del sobrenadante, agua destilada o de riego en el dispositivo de medición.
En céspedes con sustratos arenosos y baja capacidad de amortiguación, el pH medido suele depender mucho del pH del agua de riego, sobre todo en ausencia de fertilización.
Contribución de Javier Méndez Lorente, Ingeniero Agrónomo de Tiloom Soluções Tecnológicas S.L.